NACIONES UNIDAS, WASHINGTON, GAZA (AFP, EFE). El único país que se desmarcó claramente del sentir general del Consejo de Seguridad fue Estados Unidos, el gran aliado de Israel, que resaltó el papel del grupo islamista Hamás y denunció la utilización de civiles como escudo para tratar de llevar a cabo ataques.
“¿Quién entre nosotros aceptaría este tipo de actividad en su frontera? Ningún país en esta sala actuaría con más contención que Israel”, dijo la embajadora estadounidense, Nikki Haley, durante el debate.
Haley, además, resaltó que lo sucedido ayer no tiene ninguna conexión con el traslado de la Embajada de EE.UU. a Jerusalén.
“La organización terrorista Hamás ha estado incitando a la violencia durante años, mucho antes de que Estados Unidos decidiera trasladar nuestra embajada”, dijo.
Hamás, en su carta constitutiva, sostiene que el Estado de Israel no tiene derecho a existir, y lucha por su desaparición.
El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, destacó también el crimen de Hamás de poner “deliberadamente” a niños en la línea de fuego, en las manifestaciones usadas por el grupo para lanzar sus ataques.
Las cifras publicadas en todo el mundo sobre la cantidad de muertes ocurridas en los actos del martes fueron proporcionadas por los estamentos del grupo radical.
“Ellos (Hamás) están presionando a civiles, mujeres, niños, para que se acerquen a la línea de fuego con el objetivo de obtener víctimas”, lamentó Netanyahu a la cadena CBS.
“Nosotros hemos tratado de minimizar las bajas; ellos están tratando de causar bajas para presionar a Israel, lo cual es horrible”, agregó.
Varios gobiernos criticaron el uso de armas de fuego. Pero Netanyahu remarcó que otros países habrían hecho lo mismo para salvaguardar sus fronteras.
“No sé de ningún ejército que haría algo diferente si tuviera que proteger su frontera contra personas que dicen ‘vamos a destruirlos y vamos a inundar su país’”, dijo.
“Uno intenta otros medios, usar medios no letales (gases lacrimógenos), y no funcionan (...)”, explicó.